jueves, 10 de julio de 2014

Ya corre la Saeta

Inserto aquí uno de los más bellos textos escritos sobre fútbol. Una editorial para enmarcar.


EDITORIAL  de  DIARIO PALENTINO de 9 de junio de 2014


Ya corre la Saeta
 
Solo los que ya han entrado en los sesenta o setenta en adelante tuvieron el honor de verle en acción, aunque fuese en blanco y negro o en el Nodo. Sin embargo, los más viejos del lugar, los de cualquier país, coinciden en que fue el mejor jugador de fútbol que jamás haya pisado un terreno de juego, por encima de Pelé, Maradona o Cruyff. La Saeta Rubia, Don Alfredo Di Stéfano, se marcho a los 88 años de edad.
Algo de cierto debe de ser cuando O Rei Pelé o el Pelusa Maradona por una vez han coincidido en señalar que nadie hubo como él. Algo de cierto debe de haber cuando generación tras generación, sin haberle visto más que algunas jugadas aisladas en documentales, le señalan como uno de los cuatro grandes en la historia del fútbol. Y todo ello, sin haber llegado a jugar un solo partido de un Mundial, ni con Argentina, su país de nacimiento, ni con España, su nación de adopción. Di Stéfano fue un adelantado a su tiempo. El primer futbolista total, capaz de crear y rematar, el primer jugador que hizo publicidad, el primer futbolista que protagonizó películas de cine. El Cristiano de su época.
Gustos al margen, es evidente que Di Stéfano cambió radicalmente la historia del Real Madrid. El club merengue, hasta ese momento, distaba mucho de ser una potencia futbolística en España. Con el delantero argentino, ganó cinco Copas de Europa consecutivas y ocho ligas. Su llegada a España, además, abrió la eterna polémica entre el FC Barcelona y el Real Madrid por sus derechos, dado que los catalanes negociaron con el River Plate y los madrileños con el Millonarios, donde jugaba. Incluso llegó a disputar partidos amistosos con el club azulgrana, que posteriormente rechazó su fichaje. Un caso muy parecido, pero a la inversa, al de Kubala.
Di Stéfano cambió la historia del Madrid y del fútbol, al que llevó a otra dimensión. El caso es que aterrizó en España con 27 años como una estrella en ciernes que no acababa de brillar. De hecho, en Argentina no son pocos los que consideran que el mejor jugador argentino de la historia es José Manuel Moreno, algo en lo que coincidía La Saeta Rubia.Después de once años en el Madrid, salió por la puerta de atrás tras un distanciamiento con su presidente, Santiago Bernabéu. Jugó otros dos años en el Español antes de colgar las botas, a los cuarenta años, hecho imposible en el fútbol actual.
Volvió a la casa merengue en otras dos ocasiones, en este caso como técnico, y en ambas fue despedido, no sin antes ser el descubridor de la legendaria Quinta del Buitre. Y fue Florentino Pérez, décadas después, quien hizo justicia a la leyenda del Real Madrid, al nombrarle presidente de Honor, de ahí que los homenajes los recibió en vida. «No me lo merezco, pero lo trinco», dijo con su habitual gracejo. Con Di Stéfano se fue ese mito capaz de perdurar generación tras generación, pero siempre quedará su leyenda y se le recordará eternamente con esa estrofa del nuevo bello himno: «Ya corre La Saeta, ya ataca mi Madrid»

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