jueves, 28 de febrero de 2013

Exit o 出口





               Exit o 出口

         Me advirtió hace un tiempo mi amigo Torrellas de un letrero/cartel indicador que se ve desde la calle. Está en la puerta de un edificio público palentino de la Administración de Justicia. Reza así: EXIT.

         Estamos tan acostumbrados a encontrarnos en Castilla con palabras inglesas que casi no lo damos importancia y lo asumimos como parte de nuestra inmersión en la lengua del imperio. Hemos asumido ya que nuestros hijos pueden hablar inglés desde párvulos como signo de los tiempos, como ayuda para su futuro, que lo van a necesitar, etc.   
        
         Desde luego no tengo muchas esperanzas de que tanto furor idiomático se deba a una epidemia de cultura, y que nuestros jóvenes pretenderán leer a Shakespeare en su lengua, es decir, van a sumergirse en un idioma distinto al materno con el propósito de saber más. Sospecho que todo se debe a una pragmática mercantil.
        
         Aún así, no entiendo las razones de este EXIT para indicar la salida de un juzgado de una ciudad de provincias de la profunda Castilla, precisamente aquí donde mejor hablamos esa lengua, al parecer tan importante cada día en el mundo como es la lengua castellana, continuación moderna del latín hablado.

         ¿Es seguro que si no hubiesen colocado el cartel de EXIT en el lugar de SALIDA nadie hubiera encontrado la ídem?

         ¿Alguien se imagina que en el condado de Suffolk, en su capital Ipswich, en las puertas de su juzgado, alguien colocara un cartel que rezara SALIDA arguyendo que así los ingleses pueden familiarizarse con la lengua de Borges pensando en sus intercambios comerciales en el Cono Sur?

         Hablamos la lengua castellana 420 millones de personas en el mundo, y es la segunda más hablada tras el chino mandarín. Si se sigue esa lógica a lo mejor el responsable del cartel debería de haber escrito 出口y preparar así a los usuarios de la justicia a encontrar la puerta de salida en el idioma de Mo Yan. El Premio Nobel de Literatura coloca este exordio en su novela Sorgo Rojo: “Con este libro invoco respetuosamente las almas heroicas y dolientes que vagan por los ilimitados campos de sorgo incandescente de mi pueblo natal”.
         Así nosotros, en nuestra ciudad natal invocamos un respeto para las gentes que nos enseñaron el castellano, por ejemplo nuestros maestros de escuela, que nos mostraron con Machado en Campos de Castilla, cómo «sobre los anchos campos caía un sol de fuego», y reconocíamos así nuestro paisaje. No me reconozco en ese exit. Si se trataba de no escribir la palabra castellana salida, casi más humorístico haber escrito 出口.

Publicado en DIARIO PALENTINO el jueves 28 de febrero de 2013.   

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