miércoles, 28 de julio de 2010

El sueño del inspector


"Soñó con nitidez que iba para inspector de inspectores, un nuevo Cuerpo de la Administración del Estado. Llevaba tres exámenes de oposición aprobados. Quedaba lo peor. Una encerrona ante un

tribunal muy exigente. Veía entre ellos riéndose a su propio padre, su peor rival, y a un antiguo maestro de la escuela, un pegón decidido. Sabía que aprobar las oposiciones era un retiro dorado de por vida. Además el Estado actuaba con inteligencia por una vez. Había creado el cuerpo de

inspectores de inspectores. Ya había inspectores de sanidad, de educación, de justicia, de comercio, de aduanas, de hacienda. Todos los estamentos tenían sus inspectores. Todos menos los inspectores, porque ¿quien los inspeccionaba a ellos? Su sueño de la noche previa fue muy gráfico, le preguntaban por Kafka y por Max Weber. Del primero no pudo sino balbucear cuatro cosas de Praga y del adjetivo 'kafkiano' referido a los laberintos de la administración del Estado.

Pero del segundo se atrevió con la Tesis de Weber y su definición de Estado como lugar del monopolio del uso legítimo de la fuerza. Y cuando pronunció 'legítimo' miró con descaro a su padre y al maestro de escuela, pero ni aún así logró torcer su rictus de choteo frente a él. Una oposición era oponerse. Y lo peor estaba por llegar, un miembro del tribunal de la oposición le encara y le arroja palabras de desprecio. En el sueño rescata la frase: 'usted es impotente'. Lo que le faltaba. No iba a ser inspector de inspectores, dos años de estudio tirados por la borda, cuatro meses opositando en medio de una tensión intestinal horrenda le habían dejado estreñimiento pertinaz, y encima, ahora la impotencia. Cuando se aleja del Tribunal, instalado en un edificio de usos múltiples de una Junta castellana presidida por un socialista (un hápax, y lo más extraño de este sueño), le resuena una frase enigmática que una vez había arrojado su psicoanalista al final de una sesión breve lacaniana. Comprobó después que era de Goethe: "Que no puedas llegar es lo que te hace grande". Fín del sueño.

Interpretación primera: por muchas ganas que se tengan, cuando no se desea aprobar una oposición, no se aprueba. Interpretación segunda: Inspeccionar a otros es lo que tiene, que tarde o temprano te inspeccionan.
Interpretación tercera: el soñante no era opositor con enchufe.

Publicado en DIARIO PALENTINO, el jueves 22 de julio de 2010

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