jueves, 5 de noviembre de 2009

La joven de 'La Olmeda'

La joven de la perla, un solo cuadro, es un polo de atracción de estudiosos y de visitantes curiosos. Acabo de dormir unos días junto al museo en el que se expone, y he podido comprobar cómo en torno a ese cuadro se suscita toda una atmósfera. Coincide la visita regia a nuestra provincia para visitar La Olmeda, uno de nuestros posibles polos de atracción, ahora remozada y re-inventada merced a una inteligente apuesta de nuestra Institución provincial. Eso le da el símbolo de juventud y de novedoso que se precisa para el éxito turístico.

¡Es hora de que por un momento exaltemos el arte y la cultura! Y lo usemos como atractivo. Pensé, a raíz de las últimas noticias que lo que más ibamos a dedicarnos a exaltar eran los objetos que comíamos. Y si no, allá va una muestra: fiesta de la patata, de la alubia, del pimiento...eran las noticias más destacadas en nuestros medios no hace mucho. Parecía no tener fin. De acuerdo con que hay que usar de todo para un noble fin, y sobre todo si se apoya nuestro sector agroalimentario, de acu

erdo, nada que oponer. Ocurre que podemos discutir esto también, como casi todo. Y decir que la esfera oro alimenticia ha de cuidarse, pero la deriva puede llevarnos a hacer de lo instrumental, incluso de lo placentero si se quiere, nuestra única herramienta festiva, y así dedicar muchos más momentos de lo que ya empleamos al círculo alimenticio. Dar vueltas en torno a algo así, sin avance a nuevas conquistas culturales de la civilización, nos situaría en callejones sin salida. Comer, y dormir. Coser y cantar.

Pero al menos ahora recordamos que nuestros antepasados no sólo comían, sino que construían recintos y los decoraban y organizaban una existencia en torno a símbolos.

En el momento del deceso de Claude Lévi-Strauss, el gran antropólogo, que se visite la Olmeda, en su nueva esplendorosa juventud, puede ser su mejor homenaje.

Vermeer pintó el cuadro de 'La joven de la perla' y pasó completamente desapercibido, olvidado durante todo el XVIII. Así 'La Olmeda' yació siglos enterrada hasta que un genial paisano fue descubriendo y dando a conocer al mundo los vestigios de un tiempo triste y alegre, como la expresión de la joven de la perla.

Como nuestros tiempos, por momentos tristes alver nuestra pertinaz despoblación. Por momentos alegres y optimistas como cuando se reinventa la joven Olmeda.


Publicado en DIARIO PALENTINO, el jueves 5 de noviembre de 2009.

3 comentarios:

Jesús Robles dijo...

Don Fernando:
Quería lanzarle un pensamiento acerca del término "desapercibido" cuando usted se refiere a la pintura de Vermeer.
Conste que no es inadecuado utilizar ese término, pero creo que es mejor utilizar el término "inadvertido" en el contexto citado. Se lo digo porque en una de mis incursiones en la literatura (era un libro de relatos escrito en cojunto con otras personas de más valía que yo)alguien me sugirió que cambiara mi "desapercibido" por el más adecuado "inadvertido".
Esto del conocimiento es una labor fascinante y lo mejor del intercambio es eso, el enriquecimiento. Para esto soy muy de Hegel con su fenomenología del espíritu, y comparto con él que el placer del saber no es el hallazgo en sí, más bien es la búsqueda.
Sobra decir que esta sugerencia es mejor que no sea publicada, digamos que es un intercambio epistolar entre un aprendiz,yo, y un maestro, usted.
Sin más, y presentándole mis respetos por su labor, se despide atte.: Jesús Robles.

FERNANDO MARTÍN ADURIZ dijo...

mejor publicar tan acertado comentario. Amo también a Hegel, al menos el que me llegó tras leer Lacan, via Kojéve.
Gracias Jesús Robles, hoy mi maestro, gracias
FMA

Jesús Robles dijo...

Yo creo que bajo la bandera de la cultura se esconde demasiada mediocridad debida a advenedizos iluminados.
Se me hace duro abstraerme en la idea de cultura y arte que puede llevar aparejado, por ejemplo, un desfile de moda que lo que menos tiene es lo de "prèt" y no digamos lo de "porter".
Si llegamos al convencimiento de que tras las manifestaciones de cultura y arte debe existir un
componente romántico, humanístico... incluso filantrópico, podemos llegar a avenencia en cuanto a alejar negocio de cultura o, dicho de otra forma, cultura y arte no pueden ser prosituídos por el mercantilismo a ultranza, que de eso, parece, se trata en estos tiempos.
Siempre discuto, hablando de libros o de literatura, que la mayor parte de los escritores lo son solamente de una sola obra, el resto es paja, sobre todo hablando de novela.
El ensayo,evidentemente, es otra cosa.
Saludos y respetos, y no en ese orden.