miércoles, 17 de junio de 2009

Provincia residual


Los restos son fecundos, se dice en ciencias sociales. La función simbólica de un residuo tiene un excelso valor. Ejemplo: la noticia, residual para nuestra opinión pública palentina, del avance de una nueva industrialización vía residuos. Ampudia ha sido, por fin, el municipio 'seleccionado' por nuestros gobernantes castellano-leoneses para la instalación de una planta de tratamiento de residuos industriales.

Toda la opinión pública palentina quejándose durante décadas de la ausencia de industrias que deseen instalarse y ahora que una nueva industria se va a instalar, la de los residuos que se producen en la vecina Valladolid, de pronto se torna noticia residual. Pues no. Hay que hablar de esta noticia.

Ampudia va a ser la gran beneficiada, tal y como ha sido presentada la noticia por la Consejera de Medio Ambiente. Nada más y nada menos que treinta y cuatro puestos de trabajo esperan. ¡Y es seguro que serán empleos para gentes de Ampudia! Eso se llama fijar población. Porque a nadie se le ocurra pensar que, después de acceder a instalar una planta de residuos de la industria de Valladolid, los palentinos ibamos a ser tan generosos que a su vez cederíamos esos puestos de trabajo gustosamente a nuestros históricamente amados vecinos. Que la industria se instale en la industriosa Valladolid lo aceptamos en silencio. ¿Por qué ibamos a protestar ahora a causa de que los residuos de su industria vengan a tratarse a Tierra de Campos?

Así las cosas, no se comprende cómo han sido tan poco hábiles en Vertavillo y Cevico y otros lugares, que han ido rechazando amablemente la invitación a ver su término municipal acogedor de estas industrias. ¡Han perdido tantos puestos de trabajo!

No conviene olvidar el significante 'adjudicada a Ampudia',  proferido por la Consejera.

Si somos el resto de un pasado glorioso. Si almancenamos residuos de un arte románico esplendoroso. Si el envejecimiento provincial avanza inexorable al objetivo de gran geriátrico, residuo de la otrora juventud. Si la industria no se prodiga en nuestra provincia. ¿Cómo hemos sido tan tontos de no darnos cuenta de que los residuos industriales que se producen en las industriosas provincias limítrofes pueden ayudarnos a salir de nuestro letargo industrial? Si los políticos de nuestros pueblos desean inversión residual, aquí tenemos una nueva industrialización. El negocio residual.

Continuará. 

Publicado en DIARIO PALENTINO el jueves 18 de junio de 2009, columna Vecinos Ilustrados.

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