El Ateneo Palentino
Y como la verdad es que en las ciudades en donde la asociación no vive
con caluroso concurso, donde la desconfianza y el indiferentismo imperan, donde
la juventud cambia el rumbo de sus generosas aspiraciones…, donde el
positivismo frio y estéril suprimiendo las manifestaciones intelectuales reduce
y sintetiza toda la actividad humana a
trabajar mecánicamente…
Este párrafo puede ser suscrito hoy
por muchos. Es de rabiosa actualidad. Pero voy a transcribir unas líneas más:
…como la verdad es que el aislamiento individual jamás ha producido
nada bueno, nada útil, ni nada honroso, si Palencia no animaba los elementos
que tenía en su seno debiera irse muriendo poco a poco, al perder de día en día
su actividad y sus esperanzas, como en unánime coro lo confesaban cuantos…se
fijaban en nuestro presente y en nuestro porvenir.
Aún más actual, más
verdadero. (Frente al espectáculo que nos asola de individuos aislados, solos,
gozando de sus objetos, el asociacionismo fenece o se reduce a agrupaciones de
goce mono-sintomáticas en torno cualquier objeto del que se espera notable satisfacción.
El individualismo de masa).
Efectivamente ese texto
está producido en Palencia. Pero no en la Palencia del siglo XXI, sino que está
sacado de la Revista quincenal El Ateneo
Palentino, del 31 de enero de 1877, (y del magnífico y premiado estudio
histórico de José Luis Sánchez, La
Sociedad Económica de Amigos del País de Palencia, Dip. Prov. de
Palencia, 1993).
Y si lo presento en esta
columna a los vecinos ilustrados que la leen es porque hoy precisamente, 29 de
septiembre de 2016, estaré junto a palentinos en la diáspora madrileña, (Peridis, Chema Crespo, Diego Martín, Ion
Antolín, Javier Cantera…) presentando un libro recopilatorio de esta columna de
“Vecinos Ilustrados”, y precisamente en Madrid, en el ATENEO de Madrid, fundado
en el siglo XIX. No se me ocurre mejor homenaje a los palentinos amantes de la
vida intelectual, de los libros, del pensamiento, del lazo social y la creación
colectiva, que evocar a aquellos ilustrados del XIX que dijeron eso de que: Era necesaria una violenta sacudida de la
energía intelectual para fomentar el espíritu de asociación.
Y dieron un paso. Y en
1877 escribieron: Y, entre las
vacilaciones y las dudas de algunos, con el beneplácito de muchos, con la
cooperación decidida de muchísimos, sin oposición alguna, porque no la hemos
encontrado que merezca la pena de ser advertida, nació el ATENEO PALENTINO.
Publicado en DIARIO PALENTINO el jueves 29 de septiembre de 2016
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