Miquel Bassols ha escrito Lecturas de la página en blanco, un libro de
obligada lectura para lectores empedernidos. Desde el principio me recordó a
uno de mis favoritos, Bartleby y compañía, de Vila Matas, y su galería de
escritores con años de páginas en blanco, o su cita a Robert Walser: «escribir
que no se puede escribir, también es escribir». Y al maestro Borges, quien en
su Funes el Memorioso dice que pensar es olvidar diferencias.
Digo que es de obligada lectura si se quiere pensar el sentido de la página
en blanco, por una parte entendida no como un objeto inservible en nuestra vida
sino como letra a leer, y por otra parte como aviso potente de que en nuestra
vida es fundamental que no nos falte la falta. Hace poco me recordó esto mismo
Martín Garzo en un mail, citando a Bobin, quien dejó escrito que «hay una
palabra de príncipes y hay una palabra de mendigos. La de los príncipes es como
una estancia en la que no hubiera nada y en la que al mismo tiempo todo
estuviera lleno, lleno a rebosar. Es una palabra que está sorda de bastarse a
sí misma. La de los mendigos, por el contrario, contiene en ella el vacío
suficiente».
La página en blanco, ese objeto inquietante, puede tomar la forma del 'quedarse
en blanco', pero también la de la fobia o la angustia, o lo que no aparece pero
insiste, es decir, ese objeto que no cesa de no hacer acto de presencia. Un
objeto muy poco estudiado…hasta el libro de Bassols.
Muchas lectores saben que cuando un escritor no quiere hablar de algo, y lo
bordea, justamente deja sus trazas a lo largo del libro. Acostumbro a leer así
algunos libros, y eso mismo creo haber encontrado en el libro de Miquel
Bassols, la página en blanco del libro Lecturas de la página en blanco, dicho
de otro modo, lo que no deja de no escribirse.
Mañana viernes en Casa Junco en
la Presentación de este libro, al que acudirá también el autor, podremos
hablarlo. El vecino ilustrado sabe leer entre líneas tanto como gusta del
silencio elocuente.
Publicado en DIARIO PALENTINO, el jueves 17 de mayo de 2012.
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