viernes, 27 de agosto de 2010

El sueño del 38

Un último sueño en este inolvidable verano del 2010. Nuestro soñante ilustrado frecuentaba el 38, local-institución de la noche palentina -que por cierto estos días cumple 44, si la memoria semántica no me falla- y de tantos años de buena música y de buenos encuentros, se ve que lo acabó incorporando también a su vida onírica. Al fin y al cabo el 38 era un Club legendario de la ciudad de Palencia, de su Calle Mayor, pero sobre todo uno de esos lugares homologables al inconsciente. Ambos no conocen el tiempo. Y así pueden mezclar recuerdos, generaciones, episodios y escenas. La habitual extrañeza de los sueños en donde no reconocemos a los personajes que inventamos nosotros mismos, o mejor dicho, nuestro sujeto del inconsciente, ni a la trama que produce, es la misma imposibilidad de situar en el tiempo correctamente las celebraciones y las noches de música vividas en la que hoy es la discoteca más antigua de España.

Por eso nuestro soñante situó su sueño en el 38. A la entrada había un gran póster de Borges con un lema: "Verla, no daba sueño". De repente alguien se le acerca y le suelta esta frase: "Eres hombre de córner de pantera".

Ya me dirán ustedes cómo se puede traducir este sueño. Pues nuestro soñante enfiló estas asociaciones. Del cartel de Borges asoció que su lectura favorita del gran Borges era 'Hombre de la esquina rosada', con lo que sin duda la expresión 'córner de pantera' era una clara referencia al título tras la consabida sustitución, córner por esquina y pantera por rosa, y además la frase referida a una de las protagonistas del relato borgiano, la Lujanera, era exactamente 'verla, no daba sueño'. Superado lo fácil restaba saber qué sentido tenía esto para él. Pues una de tres o era Rosendo o era Francisco Real o era el narrador del relato. De pronto cayó en la cuenta que a su amor de toda la vida siempre se la disputaron otros dos hombres. Y que uno mató a otro, aunque simbólicamente.

Y el soñante recordaba con precisión un párrafo: "El tango hacía su voluntá con nosotros y nos arriaba y nos perdía y nos ordenaba y nos volvía a encontrar, y en esa diversión estaban los hombres, lo mismo que en un sueño..." Sueño y tango son intercambiables. Ambos hacen su voluntá. Interpretación: El sueñohace su 'voluntá', de acuerdo, pero el sueño es nuestra via regia para saber qué deseamos. Y los recintos clásicos al estilo 38, la via regia para el despiste de tiempo y memoria.

Publicado en DIARIO PALENTINO el jueves día 26 de agosto de 2010

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