jueves, 8 de enero de 2009

Chema San Segundo



 

 

Un libro de un palentino ausente, de los de la diáspora, nos sirve para abrir la columna este año. El palentino es Chema San Segundo, autor del libro La respuesta. Cómo vence David al Goliath de la Crisis (Vázquez&Asociados, Madrid, 2008).

Los emprendedores, las mujeres y hombres dedicados a los negocios han encontrado en los últimos tiempos una brújula mucho más certera que las generaciones que les precedieron, más atentas a su instinto que a sus lecturas. Los tiempos han cambiado. Y ahora se precisa de muchos más equipajes para iniciar una aventura empresarial. Las escuelas de negocios aportan un saber mucho más práctico que el que dispensan las universidades, aún cuando suelen estar asociadas a ellas. Este libro es recomendado por una de ellas, tal y como se lee en la contraportada, y su director menciona, precisamente, la necesidad de huir de visiones cerradas.

Si se trata pues, de amplitud de miras, de innovación, de uso de recursos creativos, entramos de lleno en el mundo de nuestro palentino, quien se ha dedicado a hacer de la creatividad y el invento su medio natural y el de sus alumnos. Algunos de ellos, empresarios avezados y organizaciones de renombre en nuestro país, que han podido disfrutar de la vena de ingenio del autor, dan además testimonio de su recorrido o de su manera de sortear las crisis, en una muestra edificante y motivadora para todo aquel que se encuentre en dificultades. Y es que el lector si quiere leer un manual práctico para empresarios y directivas, ejecutivos de grandes empresas, y a la vez sumergirse en un relato, puede entrar sin temor en el libro de San Segundo. Se ve que tiene algo que decir.

Y si en la dedicatoria habla de piedras en el bolsillo que eran diamantes, eso mismo he podido descubrir leyendo este libro. Destacaré la actitud ante el eje problema-solución. Que todo problema tiene su solución no es cierto. Pero cuesta aceptarlo, entre otras razones porque puede confundirse la lógica del no-todo con la indolencia de no tratar de resolver problemas. En el prólogo, se menciona a Eisenhower: «si un problema no tiene solución, agrándalo», y al proverbio chino, cuanto más grande es el caos, más cerca está la solución. Y a Freud: «Doy gracias a la vida porque nada me fue fácil». Pero el autor también entrega una perla cuando dice: «A veces no hay solución».

Aceptar que algo no tiene solución es, a mi juicio, la respuesta más inteligente. Y cuanto antes se llega a este saber, más pronto se evitan disgustos. Los más sabios, y de avanzada edad, nos enseñan cómo no merece la pena preocuparse por lo que no tiene solución, y cuantas energías se entregan en vano a intentar resolver problemas irresolubles. Del mismo modo que tarde o temprano los padres renuncian al hijo ideal y soñado para aceptar al hijo real, de igual manera un emprendedor sabe que renunciar a la ilusión es asunto fundamental, precisamente para no perder la ilusión.

Dicen que cada lector lee un libro diferente. Chema San Segundo, un palentino en la diáspora, asesor de empresas y de importantes entidades e instituciones públicas, ha escrito un libro diferente. Un libro no al uso. En sus páginas advierte que, algunos, al escribir un libro, tienen miedo de no ser comprendidos. No ha sido el temor de nuestro palentino de hoy, pues, finalmente, ha sabido hacerse eco y reproducir la sentencia del sabio: mi respuesta decide el impacto que los hechos tendrán en mí. 

 

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