jueves, 7 de junio de 2007

Profesores

En la ciudad esperamos lo mejor de los profesores. Confiamos en su inserción en la vida de la ciudad, en las asociaciones, en los media, en los actos culturales. Como vecinos ilustrados tienen una responsabilidad en la ciudad, que trasciende los muros del centro escolar. Muchos de ellos participan en el entramado social, sin embargo, para otros muchos el área del aula es el único recinto de actuación, y desde luego, tienen las mejores razones para ello. Pero ni unos ni otros pueden sustraerse de los debates de la ciudad.

Y tampoco los demás podemos dejar de observar el lugar que ocupan en el escenario. Ven en primera línea la violencia escolar, la falta de deseo de los más jóvenes, sus desorientaciones, y los conflictos generacionales. Así ha sido siempre. Fueron, entonces, los primeros en advertir de los problemas de futuro, en especial, la peculiar relación de los jóvenes con la ley y las prohibiciones.

Simplificando, lo que más se escucha, como síntesis, es la idea de que en España se ha pasado de un sistema autoritario de prohibir a una permisividad imposible de gestionar. El auténtico dilema de la querelle entre modernos y antiguos que ha recorrido los siglos desde la Ilustración.

¿Cómo calmar? El psicoanalista Éric Laurent afirma estos días en una entrevista que “Hay una tendencia a pensar que para volver a obtener una cierta calma en la civilización se necesita multiplicar las prohibiciones, que la tolerancia cero es muy importante para restaurar un orden firme, que la gente tenga el temor de la ley para luchar contra sus malas costumbres”. Y advierte, a continuación, que lo que los psicoanalistas saben es que toda moral comporta un revés: el empuje superyoico a la trasgresión. Por eso anima a cuidarse de prohibiciones feroces que conllevan el paso a la destrucción del que viene a prohibir e incluso horizontes de autodestrucción.

La administración educativa en Castilla y León ha ideado un decreto sobre convivencia y disciplina en los centros. Recientemente el profesor Manuel Medina Vaquero acaba de explicar, en una conferencia en nuestra ciudad, estas nuevas medidas. De todo ello, me llamó mucho la atención las nuevas expresiones, y en especial una. Para dar cauce a los problemas de convivencia que se suscitan en los centros habrá “procesos de acuerdo reeducativo”. Según Medina Vaquero se trata de “gestionar y solucionar los conflictos surgidos por la conducta o conductas perturbadoras de un alumno, llevada a cabo mediante un acuerdo formal y escrito, entre el centro, el alumno y sus padres”. Es decir, se piensa en soluciones diferentes a lo que estamos acostumbrados, pues se habla de acuerdos adoptados libremente, de compromisos entre los actores educativos, y de aceptación de las consecuencias de las trasgresiones de los límites y las normas. Se podrá discutir, por supuesto, pero hay que reconocer que es una apuesta por el uso “hábil” del lenguaje.

Es un modo de “diálogo” más inteligente que el absurdo sistema de refuerzo positivo, refuerzo negativo. Un sistema tonto que abandona a los sujetos a su extravío y que les trata como a la rata en su laberinto. Cuando un joven se pierde en el laberinto de la vida no hay que premiarle-castigarle, hay que hablarle.

Comparto la idea del psicoanalista Laurent en la entrevista antes citada: “Hay que autorizar a los sujetos a respetarse a sí mismos, no sólo a pensarse como los que tienen que padecer la interdicción, sino que puedan reconocerse en la civilización. Esto implica no abandonarlos, hablarles más allá de la prohibición, hablar a estos jóvenes que tienen estas dificultades para que puedan soportar una ley que prohíbe pero que autoriza también otras cosas.”

En la fila de los mejores profesores, siempre formaron parte aquellos que supieron entrar a debatir con los más jóvenes. Sin miedos. Aquellos que aceptaron vivir su tiempo y no inculcar a los más pequeños la nostalgia por un tiempo que no volverá.

DIARIO PALENTINO, publicado el 7 de junio de 2007.

NOTA, ver entrevista a Éric Laurent completa en: http://www.ampblog2006.blogspot.com/


Consultar el Decreto de la Junta de Castilla y León:

http://www.educa.jcyl.es/educacyl/




1 comentario:

Miguel A. Paniagua dijo...

Dos propuestas que me parecen muy interesantes:
- Otra forma de resolver los conflictos, hay que ser creativo y no cómodo (prohibir es lo más fácil).
- El conocimiento que tienen los profesores de los niños y los jóvenes debería ser aprovechado, deberían estar o al menos ser consultados por los poderes públicos.