Pocos momentos más emocionantes en la vida que cuando se culmina una obra largo tiempo construida. Y entre varios. Pocos momentos más felices que cuando se ponen en marcha proyectos colectivos que nos hacen más humanos, más servidores de la ciudad, más entregados a las causas de los otros, a perpetuar en la historia y a transmitir. Comparto la foto de la convocatoria e invitación para la Inauguración de un Centro largo tiempo añorado: un lugar para dar existencia al psicoanálisis en nuestra tierra. Pocos momentos más emocionantes al saber que aún podemos decirles a los de al lado que seguimos emocionándonos con ellos.
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