Nuestras Ítacas
«No tengas la menor prisa en tu viaje» es un verso de Constantino
Kavafis que se nos quedó grabado desde tiempos inmemoriales.
Recordemos su conocido
poema Ítaca: «Mantén siempre Ítaca en tu
mente./ Llegar allí es tu destino./ Pero no tengas la menor prisa en tu viaje./
Es mejor que dure muchos años/ y que viejo al fin arribes a la isla,/ rico por
todas las ganancias de tu viaje, / sin esperar que Ítaca te vaya a ofrecer
riquezas./ Ítaca te ha dado un viaje hermoso./ Sin ella no te habrías puesto en
marcha./ Pero no tiene ya más que ofrecerte/ Aunque la encuentres pobre, Ítaca
de ti no se ha burlado./ Convertido en tan sabio, y con tanta experiencia,/ ya
habrás comprendido el significado de las Ítacas».
Es cierto que es mejor
siempre el camino que la meta, pero me gustaría centrarme hoy en los viajeros
con quienes emprendemos el viaje. Resulta que muchas veces nos defraudan, tanto
como quizá nosotros los defraudamos, y decidimos no volver a embarcarnos con
ellos en más viajes. No con todos se puede viajar, claro, lo que se descubre
una vez ya en marcha, y no hay viaje que no obtenga como saldo una decepción
con algún compañero de viaje. Pero, eso ¿quiere decir que no vamos a emprender
más viajes?
Es la respuesta de
algunos, no merece la pena caminar junto a otros, pues tarde o temprano se
desatarán las rivalidades, los celos, las pasiones del ser (amor, odio,
ignorancia), y entonces, conclusión: mejor viajar solos. Otra conclusión, basta
de viajes.
Ambas son salidas
falsas. La vida solo tiene una dirección, y no sirve de nada ni el
arrepentimiento, ni la conversión en seres huidizos o escarmentados. La defensa
del lazo social, de la búsqueda de nuevas ocasiones de viaje, de iniciativas,
de emprender nuevas rutas, de dejarnos de nuevo seducir por nuevos objetivos es
lo suyo. Es lo sano.
No tengas la menor
prisa en tu viaje es eso. Es mejor que dure muchos años. Y que nunca cejemos de
mejorar a otros y de dejarnos mejorar por otros, sobre todo cuando nos dan la
gran lección de la vida, el significado de nuestros singulares Ítacas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario