jueves, 24 de enero de 2013

Ocupaciones inocentes



Hölderlin definió a la poesía como "la más inocente de las ocupaciones". Ahora que la ciudad ha despedido a un poeta laureado -y a lo que se ha visto muy querido-, convendría preguntarse para qué nos hacen falta los poetas. Hoy. Para qué queremos poetas. Ya nos cargamos el latín, o estamos en ello, en nombre del funcionalismo americano, del positivismo inglés, del realismo mercantil. En nombre de que hacen falta enseñar cosas prácticas que sirvan para ganar dinero. Hoy, entonces, cabría cuestionarse la necesidad de que haya poetas.

Cuando Hölderlin escribía a su madre una carta, allá por 1799, y hablaba de la poesía como 'la más inocente de todas las ocupaciones' -se me olvidaba el 'todas'- no hacía sino apuntar a la esencia de la poesía, al decir de Heidegger. El filósofo no dejó pasar la oportunidad de anotar también otra genial intuición de Hölderlin, de la misma época, cuando también define al lenguaje como el más peligroso de los bienes, y añade, «para que con él cree y destruya». Esos dos enunciados del poeta, irreconciliables, le harán pensar al filósofo de Friburgo, y le obligarán a explicarnos en un texto genial en qué consiste la esencia de la poesía: que la existencia humana es poética en su fundamento.

No nos vendría mal, entonces, un esfuerzo de poesía. Quiere decirse un vivir menos apegado al objeto y al circo mercantil.

La poesía de Hölderlin lo expresa: "Pleno de méritos, pero es poéticamente/ como el hombre habita esta tierra". Inculcar lecturas de poesía desde muy niños, y sobre todo, respeto a los poetas y su quehacer, podría y debería ser más valorado que tener buen ojo para los negocios.

 El lector decide.er buen ojo para los negociosre tas y su quehacer deber poesinglPor mi parte no logro levantar la cabeza de Gamoneda. Me regalaron su último libro, 'Canción errónea'. Unos versos le permitirán al lector dilucidar si es inocente o peligrosa la ocupación poética. "Huyes de ti para alcanzar verdades que no existieron/ [nunca./ Hablas de un ave que atravesó tus sueños. Te engañas: tú,/ [aun no siendo, eres su única realidad./ «La rosa es bella, ¿y para qué?»/ Así son tus grandes, tus/ [inútiles preguntas."

¿Inocente? ¿Peligrosa? El lector decide.

 Columna VECINOS ILUSTRADOS, publicada en DIARIO PALENTINO el 24 de enero de 2013.

1 comentario:

Vicent Llémena i Jambet dijo...

Yo diría que ni inocente ni peligrosa, en el fondo y en la superficie es necesaria, ha de haber de todo tipo de hombres, los que vivan con el verbo y los que hagan de él bandera y pistola, también los que en su relación con el saber, al ser indirecta, necesiten utilizarlo en otros para sus fines, llamémosles a estos económicos, utilitaristas, realistas, etc.
Pero siempre habrá un Abel o un Sócrates o un Cristo que nos permita ser dignos con la palabra sin el peligro mortal del hombre frío.

Un abrazo señor Fernando desde València a su Palencia.

Vicent Adsuara i Rollan