lunes, 5 de octubre de 2009

DOWN

Le entrevista Gabilondo. Acaba de recibir la Concha de Plata en el Festival de Cine de San Sebastian. Es el final de la entrevista. "El valor de la diferencia es lo importante, no el valor de la discapacidad". Pablo Pineda 'dixit'. Tiene trisomía 21, o síndrome de Down. Escuchar esa apuesta por la diferencia, por hacer ver que lo transcendente para él ha sido su diferencia, no que presenta una discapacidad, es una de las ideas más brillantes que he podido escuchar de alguien que no se queja de lo que le falta.

Mostrar no el agujero sino cómo se ha rellenado, es decir, el esfuerzo de inventiva realizado para construir semblante es de admirar en alguien con síndrome de Down, pero diferente a otros Down.

El primer licenciado universitario de la Unión Europea, lo es pese a lo tortuoso del camino. Por ejemplo, en el Instituto para ser admitido tuvo que pasar por la humillación de una votación de los profesores, tal y como contó en otra entrevista: "Hicieron una cosa ilegal, que los profesores tuvieran que votar mi admisión en el Instituto. Así que fue duro. Pero poco a poco me fui sacando ese torrente de magia o de cariño y fui conquistando a mis compañeros".

De modo que estamos ante la viva demostración de lo que muchos nos enseñaron desde siempre: cada minuto de esfuerzo con un niño con síndrome de Down vale la pena. Y que la estimulación temprana sirve. Y que hay que empezar desde muy pronto.

Socialmente aún queda mucho por recorrer. Recuerdo aún los prejuicios absurdos, de los otros niños, cuando apostábamos por integrarles tanto en actividades escolares como de tiempo libre. Es la demostración de la pantalla imaginativa del cuerpo frente a la esencia de un ser humano, también lo pone de manifiesto Pablo Pineda cuando destaca la dificultad de la apariencia física, y lo que ha tenido que luchar toda su vida para superar ese imaginario colectivo.

Pero sobre todo, que lo esencial del asunto no es la discapacidad, sino aceptar que son diferentes. Que somos diferentes, y que de lo que tenemos que asegurarnos es de que nadie quiera imitar la diferencia del de al lado.


1 comentario:

Nora dijo...

Fernando;
Hola!, te escribo desde Junín,Buenos Aires, Argentina.
Recibí en mi correo un envio tuyo de Twitter y soy nueva en esto, así que no sé. Fui a varios de tus links y leí unos textos sobre el niño que inmediatamente los reenvié a todos los colegas de Argentina que pude. El Niño Medicado lo recomendaré hoy por la mañana (es la madrugada ahora aquí en Argentina) en un Módulo de Investigación sobre la "Actualidad de la Clínica del Niño y del Adolescente" en el que trabajamos conjuntamente varias ciudades. Junín, La Plata y Conourbano sur (Que abarca varias localidades cercana a la Capital Federal,
Bueno, ya es tarde, te agradezco que me mandaras tus actividades por Twitter.
Saludos,
Nora Piotte
Junín, Argentina